Me quito el sombrero ante los fotógrafos de boda. Tienen un trabajo muy difícil y muy desagradecido, aunque por suerte, el caso que os voy a contar no es muy común (o al menos espero que no lo sea). H & H Photographerses un estudio neoyorquino de cierto renombre que fue contratado por un talTodd J. Remis para fotografiar su boda con su entonces prometida, Milena Grzibovska, en 2003.
Seis años después de aquello, cuando la pareja ya se había divorciado y la esposa había vuelto a su Letonia natal, Remis decidió demandar al estudio porque no habían capturado los últimos 15 minutos del evento, entre los que se encontraban el primer baile de la boda o el lanzamiento del ramo. Además, el demandante asegura que la calidad de las fotografías era inaceptable y hace mención específicamente a las poses, la iluminación y el color.
Si lo de andar de pleitos por las fotos de una boda que terminó en divorcio no os parece muy normal, preparaos para lo que viene. Todd J. Remis no sólo pretende que el estudio le devuelva los 4.100 dólares que costó el reportaje fotográfico en su día, sino que además demanda 48.000 dólares para llevar a todos los invitados de nuevo a la Gran Manzana y volver a celebrar la boda (con otro fotógrafo, claro).
De momento el juicio sigue adelante para ver si hubo una violación del contrato firmado por el estudio H & H Photographers y Todd J. Remis. Independientemente de lo que se decida al final en el tribunal, el estudio asegura que ya ha gastado en abogados más de 50.000 dólares. Todo parece apuntar a que el señor Remis, en el paro desde 2008, quiere aliviar sus cuentas bancarias a costa de los fotógrafos.
Fuente: Fotografia
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