El objetivo es la parte más importante de una cámara fotográfica, por muy bueno que sea el sensor de tu cámara, si el el objetivo, que canaliza y lleva la luz al sensor no es de buena calidad, terminarás obteniendo fotografías con aberraciones cromáticas y otro buen número de efectos indeseados. El objetivo es un mero canal sí, pero de ese canal depende que la luz llegue con la fidelidad suficiente al sensor como para que éste capte la escena a retratar sin ningún tipo de alteración. De ahí su importancia
Cuando busquemos un objetivo veremos que, aparte de la marca del objetivo, aparecen una serie de números a continuación, éstos indican los parámetros más importantes del objetivo y son los que deberemos tener en cuenta a la hora de elegir el objetivo: estos parámetros son la distancia focal y la luminosidad
Veamos un ejemplo: 18-200 mm f3.5-5.6
¿Qué quiere decir esto?
18 – 200 mm nos indica la distancia focal del objetivo, podemos encontrar objetivos con distancia focal fija o variable en un determinado rango, como es el caso del ejemplo. La distancia se indica en milímetros desde el centro óptico del objetivo al plano focal y define la potencia o poder de desviación de una lente u objetivo.
Como ves en la siguiente imagen, a mayor distancia focal obtenemos un ángulo de visión menor y viceversa, de modo que la elección de una distancia focal u otra supondrá una perspectiva u otra de la fotografía que tomemos.
Al variar la distancia focal, varía también la profundidad de campo de nuestra fotografía. Así, al fotografiar un objeto, si aumentamos la distancia focal nos acercaremos al sujeto, pero a su vez reduciremos el número de elementos que aparecerán a su alrededor. Y al contrario, si reducimos la distancia focal, nos alejaremos del sujeto, pero tendremos un mayor campo de visión de todo aquello que rodea al mismo. El efecto sería como el que te muestro en las siguientes imágenes:
Combinando una distancia focal larga con una apertura de diafragma grande conseguiremos muy poca profundidad de campo, ideal para retratos. Por el contrario, si lo que queremos es fotografiar un paisaje deberemos de cerrar lo máximo posible el diafragma y poner la distancia focal mínima posible.
Por otro lado f3.5-5.6 nos indica la luminosidad del objetivo para la longitud focal del objetivo, en el caso de que el objetivo tenga una longitud focal variable, indica la luminosidad para la mayor y menor longitud focal. La luminosidad es la cantidad de luz que entra por la lente del objetivo. A mayor luminosidad del objetivo, mejores posibilidades de realizar una buena foto en condiciones de poca luz. Se expresa con la letra f y un número, que es el cociente entre la distancia focal y el diámetro de apertura del diafragma. Cuanto más pequeño es el número, mayor es la apertura.
Un objetivo luminoso presenta ventajas:
- La imagen proyectada en el visor de la cámara será más luminosa y por lo tanto más fácil de enfocar, tanto manualmente como por medio del autofocus.
- Se podrán tomar fotografías con menos luz.
- Trabajar con un diafragma abierto potencia el uso del foco selectivo.
El incremento de luminosidad se relaciona siempre con un incremento de precio. Es decisión de cada fotógrafo decidir si le interesa o no invertir en un presupuesto más alto. Los factores para la decisión estriban en valorar un par de aspectos. En primer lugar, hasta qué punto te interesa o precisas realizar fotografías en situaciones de poca luz (con objetivos luminosos es posible fotografiar aún con condiciones pobres de iluminación). En segundo lugar, tu interés por aplicar la técnica del foco selectivo. A diafragmas abiertos se facilita la posibilidad de centrar el foco sobre un punto determinado y dejar fuera de foco el resto.
Aparte de estos dos parámetros existen otros que debemos de tener en cuanta a la hora de elegir el objetivo:
- Distancia mínima de enfoque: Es la distancia a partir de la cual se puede enfocar. Si tratamos de hacer una fotografía por debajo de dicha distancia el objetivo no podrá enfocar y la imagen saldrá borrosa.
- Estabilizador de imagen: El estabilizador de imagen es un sistema que reduce las vibraciones, evitando trepidación. Facilita que las fotos no salgan movidas y ayuda a obtener fotos más nítidas. Puede ir integrado en el objetivo y también en el cuerpo de la cámara. La primera opción hace que los objetivos sean claramente más caros aunque es más efectivo. La segunda opción hace que sea más barato, ya que puedes comprar varios objetivos que no sean estabilizados pero disponer de esta funcionalidad en todos.
- Enfoque: El sistema de autoenfoque varia en velocidad y precisión según la gama del objetivo. Los de alta gama tienen un autoenfoque mucho más rápido y permite enfocar en condiciones peores de luz. Este aspecto es especialmente importante para fotografías en las que hay mucho movimiento, como deportes. Otra diferencia es que algunos objetivos permiten enfocar manualmente sin tener que permutar de modo automático a modo manual.
- Calidad de construcción: Los objetivos profesionales distan claramente en la calidad de construcción con los objetivos domésticos. Permiten un uso más extremo ya que están más preparados para las inclemencias, como la lluvia, el polvo y los golpes. Una vez más, lo bueno se paga.
- Nitidez, distorsión y aberraciones: Los objetivos deforman la imagen, aunque en ocasione sea imperceptible. Esto se da por la forma de las lentes y por la precisión en su proceso de fabricación y hacen que la imagen se distorsione. Las desviaciones (imperfecciones) de las imágenes reales de una imagen ideal predicha por la teoría simple se denominan aberraciones. La suma es estos factores hace que un objetivo sea más o menos nítido y fiel a la realidad. También se paga.
Fuente: HaciendoFotos
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