jueves, 16 de junio de 2011

Consejos Para Hacer Fotos de Nubes

Un cielo nublado no estropea necesariamente una toma, sino que puede añadir espectacularidad e interés a una puesta de sol.

A menudo las nubes grandes, grises y oscuras se consideran un problema, sobre todo en los paisajes, pero también es cierto que un cielo en el que no haya otra cosa que un sólido color azul puede ser aburrido. El tipo de nubes más valorado son los cúmulos, una variedad de nubes algodonosa y suave, que siempre está baja en el cielo, que hace que los sujetos sean más fotogénicos. Son frescos, blancos, con bordes definidos, y a menudo luminiscentes al recibir la luz del sol. Una forma de aprovecharlos es colocar un filtro polarizador sobre la lente para que el azul del cielo sea más profundo y aumentar así el contraste con las nubes, aunque también puede conseguir algo parecido en el ordenador.

Fotos de nubes según los tipos


En las formaciones de cúmulos, si usas la lente de gran angular e inclinas la cámara hacia atrás conseguirás exagerar la perspectiva y hacer que las nubes parezcan más pequeñas. Al pasar sobre el sol los cúmulos crean sombras ambientales en el suelo como si de motas de polvo se tratará que hace que los paisajes sean más interesantes que usando sólo una luz solar sin filtrar.

Las nubes altas como los cirros son menos delicadas y definidas. A menudo parecen serpentinas de humo cruzando el cielo y, aunque a veces aportan carácter a una imagen, normalmente causan más problemas que otra cosa, sobre todo cuando ocupan una porción del cielo considerable.

Pese a lo anterior descrito, en muchas ocasiones seguirán iluminados hasta 30 minutos después de que el sol se haya puesto. Esto hará que sea más sencillo retratar siluetas, ya que el paisaje y todo lo que haya en él no recibirá luz directa pero el cielo seguirá brillando; puesto que están mucho más bajos, los cúmulos sólo tendrán iluminación durante unos 10 minutos tras el atardecer. Las nubes que se sitúan entre estos últimos y los cirros, como los altoestratos y los altocúmulos, no aportan mucho a la fotografía porque tienden amontonarse, son grises y poco atractivos visualmente.

El gran problema de las puestas de sol es que una sola imagen no puede captar la grandiosidad de la experiencia, así ¿por qué limitarse a una y no hacer una secuencia para luego unirla? Si quieres hacer la unión en el ordenador porque la cámara que posees no tiene la función panorámica, necesitarás un trípode sólido, y dejar un intervalo igual entre cada foto. Si todo va bien la exposición será idéntica en cada imagen , aunque en caso contrario siempre podrás retocarlas en el ordenador. 
 
Fuente: Mundo-Geo

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