En 2004 Renzo Gostoli fotografió por primera vez el concurso de belleza "Garota Talavera Bruce" en la prisión del mismo nombre. "La idea de un concurso de belleza en una cárcel me parecio medio extrana" - explica Gostoli - "pero luego percibí las pequeñas historias de angustias, dramas, amores, solidaridades que transcurrían paralelas a esa fiesta; lo cual me incentivó a seguir visitando y fotografiando otras actividades que se desarrollaban a lo largo de estos años".
Gostoli posteriormente colaboró con un proyecto de ONGs que trata de resocializar a las detenidas instruyéndolas y enseñándoles oficios; esta colaboración desembocó en la realización de un libro que junta las fotos con textos, poesías y canciones de las presas ("Fragmentos de vida").
Aunque parezca una actividad algo frívola el concurso de belleza es importante para la recuperación de las detenidas pues les ayuda a recuperar la autoestima, "a volver a ejercer como mujer" como comenta una- arreglándose, maquillándose para la fiesta, volviendo a sentirse femeninas, seductoras.
La mayoría esta condenada por tráfico de drogas; muchas son atrapadas llevando droga para maridos, novios, hermanos presos que la usan como moneda en las duras cárceles brasileñas. Y paradójicamente las mujeres presas son muy poco visitadas por maridos y novios; ellas se encuentran muy solas.
Gostoli posteriormente colaboró con un proyecto de ONGs que trata de resocializar a las detenidas instruyéndolas y enseñándoles oficios; esta colaboración desembocó en la realización de un libro que junta las fotos con textos, poesías y canciones de las presas ("Fragmentos de vida").
Aunque parezca una actividad algo frívola el concurso de belleza es importante para la recuperación de las detenidas pues les ayuda a recuperar la autoestima, "a volver a ejercer como mujer" como comenta una- arreglándose, maquillándose para la fiesta, volviendo a sentirse femeninas, seductoras.
La mayoría esta condenada por tráfico de drogas; muchas son atrapadas llevando droga para maridos, novios, hermanos presos que la usan como moneda en las duras cárceles brasileñas. Y paradójicamente las mujeres presas son muy poco visitadas por maridos y novios; ellas se encuentran muy solas.
Fuente: MultiImagen
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